Sabemos muy poco, y sin embargo es sorprendente que sepamos tanto, y es todavía mas sorprendente que tan poco conocimiento nos de tanto poder.





















lunes, 14 de mayo de 2012

Mujica: El sacerdote de los más desprotegidos y vulnerables


Carlos Mujica, fue uno de los emblemas del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, así fue denominado el grupo que defendía los derechos y las necesidades de los más humildes, de los más vulnerables durante los años 60 y 70. Impulsores de la religión evangélica, siempre luchó en contra de las luchas armadas, de las guerras entre civiles y militares. Dialogaba y  discutía con los jóvenes que orientaba para colaborar en su activa militancia social.


Mugica formó a esos jóvenes en la cosmovisión de Pierre Teilhard de Chardin y en la doctrina del compromiso con el mundo de Emmanuel Mounier, Yves Congar y Michel Quoist, teólogos de cabecera de las nuevas generaciones. A diferencia de otros sacerdotes tercermundistas que dejaron la sotana por aquellos años y esbozaron una justificación teológica de la violencia revolucionaria pretendiendo asimilarla a un fenómeno natural e inevitable, Mugica quedó como una de las pocas voces que no se sumaron al coro de la guerrilla, entre ellos, el padre Carbone, asesor nacional de la JEC.

En 1973, publicó un libro llamado Peronismo y Cristianismo, que consistía en un compilado de distintos artículos de Mugica en los últimos años escritos para diversos medios gráficos.


Además de su tarea pastoral en la entonces llamada Villa del Puerto que entonces ocupaba los terrenos linderos al ferrocarril que rodeaban el edificio de depósito del Correo, en la década del 60 Mugica era asesor espiritual de la Juventud Estudiantil Católica del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Juventud Universitaria Católica de la Facultad de Medicina. En 1964 la JEC del Buenos Aires tomó fuerza con el ingreso de Carlos Gustavo Ramus, que llegó a ser su Presidente, incorporando a Mario Eduardo Firmenich entre otros. Años más tarde, bajo la dirección de Fernando Abal Medina, éstos fundarían la célula primigenia de la organización armada Montoneros. A su vez integraron a compañeros de lo que luego sería la promoción 1967, como el "Tala" Ventura y Miguel Talento, que ya en la Universidad conducirían la Juventud Universitaria Peronista, rama universitaria de la Tendencia Revolucionaria de la Juventud Peronista, y la conducción de Montoneros.

El 11 de mayo de 1974 fue emboscado cuando se disponía a subir a su automóvil Renault 4 azul estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano de la calle Zelada 4771, en el barrio porteño de Villa Luro donde acababa de celebrar misa. Allí lo asesinaron a balazos. Tenía sólo 43 años y mucho más por dar a aquellos que lo necesitaban.

En los días posteriores se plantearon dos hipótesis acerca de quiénes habían ejecutado el crimen. Algunas versiones que marcaban la tendencia mayoritaria en ese momento, señalaban a la organización Montoneros y se apoyaban en las diferencias políticas que se sabía existían entre ellos. Desde las páginas del periódico El Caudillo, claramente enrolado en la posición de López Rega, se insistió posteriormente en esa versión y poco después el propio Ministro de Bienestar Social bautizaba Presbítero Carlos Mugica un barrio recién construido en Ciudadela.

Con el tiempo, la opinión mayoritaria se inclinó por imputar el crimen a la organización de derecha Alianza Anticomunista Argentina (La Triple A), orientada por el "Brujo" López Rega. Según algunas versiones de testigos, el autor del hecho fue un individuo con bigotes, quien se cree que era Rodolfo Eduardo Almirón, cabecilla de dicha organización, baleándolo con varios disparos con una ametralladora Ingram MAC-10 que le afectaron seriamente el abdomen y el tórax, falleciendo a los pocos minutos al ser trasladado a un hospital cercano. Ese modelo de arma fue el frecuentemente utilizado en atentados por la Triple A.

Es considerado por sus seguidores como un ejemplo de coherencia entre las ideas y la acción, y de fortaleza de fe, la cual trabajaba constantemente, instando a quienes le rodeaban a no claudicar e insistir en la oración y la entrega a Dios. Actualmente la tumba del Padre Mugica se encuentra en la capilla Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro.

Por: Mariano Gandini

martes, 8 de mayo de 2012

Se fué Loiseau, pero quedó Caloi en la Cultura Popular Argentina




El extraordinario, Carlos Loiseau, salteño de orígen y porteño por elección, dejó físicamente de existir en el día de hoy, (8 de mayo de 2012) para quedar por el resto de la posteridad en el colectivo  popular a través de sus flamantes e inolvidables historietas. “Caloi” era su firma -las primeras letras de su nombre y apellido- fue el creador del famoso Clemente, aquel personaje de historieta que sin manos logro conquistar los corazones de miles de personas en las décadas del 70, 80 y 90.

La entrañable historieta de Clemente nació en 1973, finalizando la dictadura militar de Lanusse y la llegada del General Perón. Caloi quiso “hacer una tira libre, fresca y con mucho absurdo” que comenzó llamándose Bartolo, ése era el protagonista principal que en poco tiempo quedó antiguo (viajaba en tranvía) por lo que Clemente debió tomar el papel y quedar al mando.

Momento complicado fue durante el golpe de estado de 1976, “fue decisivo, quebró la argentina y condicionó la tira”, había argumentado en su momento Caloi. Como la censura era tan grande debió desarrollar la vida interior de la historieta, ya que no se podían abordar temas políticos y así surgieron El Negro de Camerún, la Mulatona, Mimí o Jacinto, entre otros.


Su momento de máximo esplendor lo tuvo fue cuando Clemente, en medio del Mundial del 78, organizado por Argentina, le ganó en la famosa “guerra de los papelitos” a Muñoz, que era el relator oficial, quien se oponía a esta costumbre, quedando en las fibras íntimas de los simpatizantes como el Hincha Nº1 de la selección Nacional.


Más adelante, con una figura más comprometida con la realidad social y política de nuestro país, Clemente, organizó la primera “elección libre” para bautizar a la Mulatita, y después siguieron sus andanzas sobre el ex ministro de economía de la dictadura militar, Martínez de Hoz, el FMI, Malvinas, el fútbol siempre, el Clementosaurio, la vuelta a la democracia, Alfonsín, la hiperinflación, Menem, las privatizaciones, De la Rúa, Cavallo, las cacerolas, Duhalde y así hasta hoy".

Caloi fue creador de más de 10.000 tiras de historietas, hizo su propio programa de televisión “Caloi en su tinta” demostrando que la televisión podía ser un instrumento pedagógico.

Se fue dejando un legado. La Historieta, Clemente, La Mulatona, El Negro de Camerun, y verdades ocultas en las entrañas más ínfimas del poder real.

Por: Mariano Gandini

martes, 1 de mayo de 2012

En el teatro IFT se presenta “La noche que Sandro saltó el tapial de casa” de Diego Fernán






Con algo de Humor negro y morbo, la obra dirigida y actuada por el Diego Fernán se presentará en el mítico IFT los sábados desde las 20 horas – “Trata sobre la escasa conciencia que tienen  las personas sobre sí mismas frente a las responsabilidades sociales, las instituciones, la familia, entre otros”, aseveró el joven director a TodoProvincial.

¿Cómo se llama la Obra? ¿Cuántos artistas la componen?

La titulé “La noche que Sandro saltó el tapial de casa” hay algo de humor negro y hasta de morbo en el título, pero no voy a decir el porqué acá, deberán verla. El equipo se compone principalmente de seis artistas: cuatro actores que son María Belén Yarza, Guillermo Rocha, Alejandra Lagos y yo que también soy director, Ángel Cisternas en asistencia de dirección y Herman Langlouis en escenografía.

¿Cuál es la temática de la obra?

El eje temático es la escasa conciencia de las personas sobre sí mismas,  frente a las responsabilidades sociales, las instituciones, en este caso el matrimonio, la familia. Aunque no se baja línea, para nada, los personajes descubren eso: que tal vez no están preparados.

¿Dónde van a realizar la presentación?

Las funciones son los sábados a las 20hs en el teatro IFT, que queda en Boulogne Sur Mer 549. Un teatro ya mítico de más de 80 años.

¿Qué personaje es cada uno y cuál su rol dentro de la obra?

Bueno, Emilio, que interpreto yo, y Norma, que interpreta María Belén Yarza, son un matrimonio algo venido a menos que se enfrentan a dos que están a punto de casarse Hugo, primo de Emilio (Guillermo Rocha) y Elsa (Alejandra Lagos).

¿Como director en qué te inspiraste para dirigirla?

Sin dudarlo esta obra es una parodia a toda esa movida de los sesenta y setenta que tanto acá como en el mundo se nutrieron de los enfrentamientos entre las personas, generalmente de manera muy comprometida. Yo creo que reviso eso con mucho humor y respeto. Pero digamos que ancla ahí. A mí siempre me da placer saber que se continúa una tradición, aunque desde otra óptica, renovada.

¿Dentro de qué género la encuadrarías?

Mirá, no es una comedia ingenua, es más bien una comedia dramática con un fondo, de ninguna manera pensé como primer objetivo la risa del público, pero constantemente el público se reconoce en lo que ve y nos premia con carcajadas. Es hipnótico escuchar la risa del público, hay que estar intentando no tentarse (esto también con sentido literal) como cuando los marinos oían a las sirenas para no caer en sus redes y continuar nuestro derrotero, el criterio estético que nos planteamos desde que empezamos a ensayar.

¿Con que te identificas más con las obras argentinas o las extranjeras?

Me identifico mucho con lo nacional. Pero los grandes quiebres, las propuestas críticas que han hecho girar la estética del teatro mundial, incluido nuestro teatro, claro, han venido de afuera, así que siempre es inevitable revisar a esos “grandes autores” aunque descrea de que afuera hay más talento que acá. Nosotros no escribimos la historia del arte, la historia del arte nos va escribiendo a nosotros, si hay lugar.

Diego Fernán

Nació en Carlos Casares, y durante su adolescencia en el colegio nacional dio sus primeros pasos en el cine. Con tan sólo 17 años escribió, dirigió y actuó en su primera obra. Más tarde llegó a la capital para estudiar y fue perfeccionando su amor y pasión por el teatro, el arte y la cultura nacional. “El teatro nacional está a la vanguardia del teatro de habla hispana”, refleja el joven director, quién además sostiene “Si llaman a nuestros actores, autores y directores para trabajar afuera es porque evidentemente hay una calidad que las políticas que descuidan lo cultural no han podido achacar”.

Es el director y actor de “La noche que sandró saltó el tapial de mi casa”, esta es la cuarta obra que dirige. Influenciado por las obras de Griselda Gambaro y Tato Pavlovsky o la de los posmodernos Daulte o Spregelburd. Fernán(31) asegura “esta es mi cuarta obra estrenada, disfruto mucho dirigiendo, nunca dirigí a otros autores aunque podría”, además sostiene “La ventaja que dirigiendo algo que te pertenece te sentís expresado de mayor manera y tenés la respuesta más cerca”.

Fuente: Todoprovincial.com.ar

Iván Sadovsky íntimo en El Copetín




El músico platense, Iván Sadovsky vuelve con todo su repertorio  a “El Copetín” – Con temas de su último trabajo y siempre los del club de sus amores, Estudiantes de La Plata.

El jueves 10 de Mayo se presentará en el resto bar de la ciudad de las diagonales “El Copetín”, Iván Sadovsky. El músico reconocido por haber producido temas como “El 11 tatuado en la espalda” invocando al ídolo mayor del club Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón o “El Cielo nos queda muy chico” sobre la institución pincha.

Sadovsky, presentará un show basado en su último trabajo discográfico “20 + de los 20 que soñé” y también hará un repaso de discos anteriores.

“Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”, aseguró Iván tras su vuelta a los escenarios del bar platense que lo vio nacer musicalmente.

Para ver el show sólo con reservas: en El Copetín o al 221- 453-9221.

Más información:

www.myspace.com/ivansadovsky

www.twitter.com/ivansadovsky

www.ivansadovsky.com.ar

“Los pibes del puente” llegan desde la pantalla del Siete



 “Los pibes del puente”, ficción dirigida por el chileno Patricio Salinas Salazar y Victoria Miranda mostrará, a partir del miércoles próximo por Canal 7, a un grupo de chicos de la calle que, con guiños a “Peter Pan” y “Romeo y Julieta”, develarán la crudeza de la exclusión en medio de una compleja historia de amor.
“Esta propuesta toca el tema desde un lugar interesante porque siempre se habla de la marginalidad a través de pibes drogados que no entienden nada, y nosotros apuntamos a chicos que tienen la cabeza inteligentemente habilitada para preguntarse otras cosas”, comentó Miranda.
Surgida de los concursos que organiza el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Salazar remarcó que el objetivo de esta miniserie de ocho capítulos es "ayudar a que los chicos de la calle dejen de ser tan invisibles".
"Porque -resaltó- uno se adapta a lo cotidiano sin reparar que ellos también tienen una historia propia detrás y sobre la que nadie nunca se pregunta”.
Protagonizada por Gustavo Garzón, Monica Lairana, Nahuel Viale, Guadalupe Docampo y Matías Marmorato, “Los pibes del puente” mostrará cómo seis chicos que viven en un monoblock y merodean los subtes cruzarán sus propios límites al vincularse con el mundo del narcotráfico.
El objetivo no es lograr dinero fácil ni adentrarse en un universo perverso del que pocos salen: el propósito es juntar la suma necesaria para hacer realidad su fantasía de viajar a Africa y trocar una selva de cemento por una de verdad.
Escrita por Celeste Casco, la historia cuyo elenco completan Nicolás Condito, Norma Argentina,  Nico Goldschmitd y Maxi Roberto, gira en torno a una familia ensamblada en la calle por Rosa (Lairana), una mujer de múltiples adicciones que los fue recogiendo de la indigencia y les ofrece un techo a cambio de una cuota mensual.
Y en esta extraña morfología del amor maternal, donde la supervivencia y el amor se pierden en límites difusos, “Los pibes del puente” decidirán romper los lazos -apelando a una labor de cuestionable moral- para darle un nuevo curso a sus vidas.
Convocados por “el Ruso” (Garzón), el “narco” más pesado de Buenos Aires, se dispondrán a duplicar cocaína para poder costear su extravagante viaje.
“Es que además de la crudeza -agregó Salinas- también nos interesó hurgar en las fantasías de estos chicos porque eso es lo que nadie se pregunta ¿cuáles son sus aspiraciones, sus sueños, sus lazos de amor?”.
Pero un amor inesperado al mejor estilo “Romeo y Julieta” donde Yesy (Docampo), la hija del funesto “dealer”, y Luciano (Viale), el líder de la banda, harán las veces de Montescos y Capuletos urbanos que enredarán el complejo escenario de los chicos.
“Si bien la historia muestra un lugar súper crudo, de una vida fuerte y un rollo de supervivencia muy animal, también muestra otro muy mágico de una vida donde no hay leyes, donde pueden hacer lo que ellos quieren”, resaltó Salinas.
Y es ahí donde, según ambos autores, la intertextualidad del libro ofrece algunas pinceladas de “Peter Pan”, ya que los chicos perdidos coquetean con el país del "Nunca jamás"; aunque con cuotas de diversión y felicidad distintas a las que imaginara J.M. Barrie en su versión original.
“Pero la salvedad acá es que estos pendejos son pibes que se quieren rescatar, donde en un contexto de tanto pibe con paco, de tanta mamá prostituta y de tanto papá turro, ellos quieren hacer algo distinto”, remarcó el director chileno.
En ese sentido, Miranda subrayó la importancia de trabajar la psicología de los personajes, no sólo para fortalecer la credibilidad de la historia sino, fundamentalmente, para evitar caer en lugares comunes.
“Estos pibes pueden drogarse, callejear, robar pero no es ahí donde se enfoca la historia, porque no son `paqueros buenos para nada´, sino que proponemos algo diferente”, insistió la guionista especializada en el entrenamiento psicofísico de los actores.
Por último, consultados acerca de la importancia de este tipo de ficciones en la pantalla chica, el director señaló que “la televisión como un nuevo soporte cinematográfico permite que las producciones tengan un alcance mucho más masivo que una película".
En tanto, Miranda concluyó: “Y, en cuanto a la temática, que surja una serie en la que se plantee la necesidad de políticas de Estado para proteger a los pibes, habla de una libertad de expresión que no hay que perder de vista”.
Fuente: Todoprovincial.com.ar